JUEVES 7 DE DICIEMBRE - 14:07
Estaba muy tranquilo leyendo a Verbitsky y escuchando el comienzo de Basta de Todo mientras viajaba hacia Ramos Mejía.
El viaje era tranquilo, aunque había salido retrasado unos 10 minutos. De repente se siente un cimbronazo.
De a poco, la formación va deteniendo su marcha hasta quedar completamente parado.
La cara de los pasajeros lo decía todo: otra vez el tren funcionaba mal y todos sabían que ese había sido el final de un corto viaje.
En medio de las protestas, pasa corriendo por el pasillo el guarda y por la ventana se ve a dos personas, que habían bajado de la cabina del conductor, tomándose la cabeza y haciendo gestos con sus brazos y moviendo negativamente su cabeza, "no va mas" podía leerse en sus labios.
El resultado de aquel fuerte ruido fue el descarrilamiento de uno de los vagones.
Las puertas se abrieron, los pasajeros nos auto evacuamos. Un policía que pasaba por el puente, bajo hacia las vías y ayudó a bajar a algunos mientras pedía que no nos acerquemos al tercer riel por el que pasa la electricidad que mueve al tren y que ante el mínimo roce deja fulminado a cualquiera.
Me quería quedar un rato más en el lugar, pero me tenía que ir al bar, así que subí por las escaleras que había cerca. Mientras salía de las vías recordé que en mi mochila traía la cámara de fotos.
Saque cuatro o cinco fotos y me fui, esperando más tarde enterarme por los diarios y la tele que había sido del descarrilamiento del tren.
Estaba muy tranquilo leyendo a Verbitsky y escuchando el comienzo de Basta de Todo mientras viajaba hacia Ramos Mejía.
El viaje era tranquilo, aunque había salido retrasado unos 10 minutos. De repente se siente un cimbronazo.
De a poco, la formación va deteniendo su marcha hasta quedar completamente parado.
La cara de los pasajeros lo decía todo: otra vez el tren funcionaba mal y todos sabían que ese había sido el final de un corto viaje.
En medio de las protestas, pasa corriendo por el pasillo el guarda y por la ventana se ve a dos personas, que habían bajado de la cabina del conductor, tomándose la cabeza y haciendo gestos con sus brazos y moviendo negativamente su cabeza, "no va mas" podía leerse en sus labios.
El resultado de aquel fuerte ruido fue el descarrilamiento de uno de los vagones.
Las puertas se abrieron, los pasajeros nos auto evacuamos. Un policía que pasaba por el puente, bajo hacia las vías y ayudó a bajar a algunos mientras pedía que no nos acerquemos al tercer riel por el que pasa la electricidad que mueve al tren y que ante el mínimo roce deja fulminado a cualquiera.
Me quería quedar un rato más en el lugar, pero me tenía que ir al bar, así que subí por las escaleras que había cerca. Mientras salía de las vías recordé que en mi mochila traía la cámara de fotos.
Saque cuatro o cinco fotos y me fui, esperando más tarde enterarme por los diarios y la tele que había sido del descarrilamiento del tren.
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